Recuperación Posparto en Jerez | Valoración de suelo pélvico posparto, hipopresivos, rehabilitación de diástasis, incontinencia de esfínteres o cicatrices dolorosas.
Y reconcíliate con tu suelo pélvico.
En esta nueva vida que comenzáis tu bebé y tú, necesitáis calma y tiempo para conoceros y adaptaros a la intensidad de esta etapa, para poder fluir con las necesidades del bebé y con tu propio posparto.
Tú además, necesitas recuperarte en condiciones para poder disfrutar plenamente de tu maternidad, para que después del parto sigas sintiéndote tú misma y para vivir un futuro embarazo con la misma calidad del vida que el primero.
Ana Bas
La falta de sueño, el dolor perineal, posibles pérdidas de orina, hemorroides, sensación de pesadez en la vagina, dolor durante el sexo o alguna cicatriz que te está dando guerra, son sensaciones que puedes tener en el posparto.
Y aunque ahora todo gire en torno a tu bebé, si dos meses tras del parto sigues teniendo alguno de estos síntomas, es el momento de empezar la rehabilitación de tu suelo pélvico.
Recomendable para todas las mujeres que hayan tenido un bebé, con molestias o no, e independientemente de cómo haya sido el parto (vaginal o por cesárea). Lo ideal es realizarla a partir de las 6-8 semanas posparto.
Veremos cómo se encuentran tu abdomen y tu suelo pélvico y según los resultados, te propondré unas medidas preventivas para el día a día y tu plan de tratamiento, que te llevarás con tu informe de valoración.
Con la Fisioterapia de suelo pélvico postparto podemos tratar:
Por supuesto, puedes venir acompañada por tu bebé, para atenderle cuando te necesite.
El posparto viene acompañado de pocas horas de sueño, mucho cansancio y malas posturas al coger al bebé o darle el pecho, lo que puede suponer un agotamiento físico importante, dolores de espalda y mala circulación, según vayan pasando los días.
Con este masaje personalizado posparto, trataremos esas molestias que hayan aparecido, las contracturas, los dolores de cabeza y la pesadez de piernas y brazos, durante la sesión.
En ocasiones, la cicatriz está adherida e incluso está engrosada, lo que genera molestias y dificulta la movilidad normal de las estructuras que tiene alrededor.
En consulta trabajo este tipo de cicatrices, tanto de cesárea como de episiotomía o desgarro, con masajes específicos para desbridar, punción seca con agujas de acupuntura para mejorar la elasticidad del tejido y favorecer la microcirculación y además, te propondré algún masaje para casa.
Durante el posparto necesitamos apoyo, respeto y una red de madres que sirva de sostén a nuestras emociones y a nuestras dudas, sin juzgarnos y con cariño.
«Para criar un bebé hace falta la tribu entera». Proverbio Africano
Así nace nuestra Escuela de Padres en Jerez, en la que encontrarás recursos actualizados sobre primera crianza.
Porque lo estás haciendo bien y no estás sola. Tienes a La Tribu.
Mi primer posparto empezó tras dos noches sin dormir y una cesárea. Estaba feliz, enamorada y llena de oxitocina. Me puede duchar sola desde la mañana siguiente al parto y tampoco necesité ayuda para levantarme, caminar o coger a la niña y es gracias al maravilloso trabajo que hicieron las ginecólogas que me atendieron (y a que mis abdominales estaban estupendos, claro! ;P. No tuve ningún problema con la cicatriz, la niña tuvo muy buen agarre al pecho desde el principio y yo no podía parar de sonreír.
Lo que más me ayudó fue confiar en mí, tratar mi cicatriz, tener cerca una botella de agua y un buen sistema de porteo. Y mi marido, por supuesto.
El segundo posparto fue en plena pandemia. Fue un parto vaginal después de cesárea (PVDC), así que yo estaba doblemente feliz. Como estábamos confinados pudimos disfrutar mucho de nuestra familia, estar tranquilos en casa y fluir el posparto. Y a veces hacía hipopresivos, claro. Tuve un desgarro de la mucosa vulvar, pero con una botella con irrigador pude controlar el escozor los pocos días que duró. Mi hija mayor y yo también necesitábamos pasar tiempo juntas, así que recuerdo pasar bastante sueño, entre una cosas y otras, pero también aprendí que el amor no se reparte, sino que crece.
Me tienes por aquí, al final de este hilo invisible que nos conecta como mujeres, o como madres. Escríbeme para pedir tu cita, comentarme tu caso o descubrir cómo puedo ayudarte.
Acompañarte en este camino es mi absoluta vocación.
¡Nos vemos en consulta!
